Los pasados días 26,27 y 28 de
Abril se debía celebrar el III Máster Internacional por Parejas del Río Saja, que organiza el
Club Pesca a Mosca Puente San Miguel ,
encuentro en el que se daban cita un total de 60 deportistas entre franceses y
los de 12 Comunidades Autónomas.
Este Open que ha sido los años
anteriores un rotundo éxito, ya que participan las mejores cañas de río
nacionales, estuvo marcado por la suspensión del mismo, las fuerzas de la Guardia Civil , a
instancias de la
Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza , dependiente
de la Consejería
de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural se encargaron de ello.
La autorización de éste Máster
fue aprobada por el Consejo de Pesca del pasado año y fue publicado en el Boletín Oficial de Cantabria con fecha
22 diciembre de 2011, B.O.C.nº243 Orden GAN/46/2011 de 14 de diciembre, por el que se dictan las normas
para el ejercicio de la pesca en Aguas Continentales de la Comunidad Autónoma
de Cantabria, durante el año 2012.
Pues bien el día 26, primero de
pesca, ya entrada la tarde se presenta una dotación de la Guardia Civil del
destacamento de Torrelavega a instancias de dos personas que decían ser de la Consejería y se
encontraban en un bar próximo diciendo que el Máster era ilegal.
Ante esto los organizadores del
evento junto con la
Guardia Civil se desplazaron al bar comprobando allí no había
nadie. Pasados tres cuartos de hora, y ante una llamada del Comandante de
Puesto de Torrelavega un miembro de la organización se tuvo que desplazar
puesto que las dos personas que decían ser de la Consejería estaban allí
presentes.
Cual no sería la sorpresa al
comprobar que las dos personas eran el Ex presidente de la Federación Cántabra
de Pesca D. Antonio Rubén de la
Fuente del Campo, que actualmente cumple condena de
inhabilitación para cargo deportivo alguno y su amigo de tropelías, el que dice
ser secretario de la
Junta Gestora de la Federación D. José Luis Parada Beltrán, a los que
se tomó nota de sus identidades, ya que la Guardia Civil les
comunicó que no tenía constancia por parte de la Consejería de paralizar
la Competición
por motivos de legalidad, ya que contaban con los permisos oportunos.
Al día siguiente y cuando ya se
hablaba como anécdota del suceso, bien entrada la tarde y faltando media hora
para la finalización de la manga, se personan tres dotaciones de la Guardia Civil y
megáfono en mano, ordenó salir a todos los deportistas del río y tomó filiación
a cuatro de ellos, incluidos los controles aunque estos no estaban practicando
la pesca.
Los deportistas no podían creer
lo que estaban viendo, y la
Guardia Civil argumentaba que el campeonato era ILEGAL, y a
modo de explicación dijeron verbalmente haber recibido un fax por la mañana de la Dirección General
de Montes, sin más explicaciones.
A la organización no le quedó mas
remedio que presentar los correspondientes permisos y la argumentación cierta
de ausencia de notificación alguna comunicando la suspensión del mismo.
Durante todo el día el Club ha
estado en permanente contacto con el Presidente de la Federación Española
de Pesca y Casting, ya que se trata de una Competición que está autorizada por
la misma, actuando en el Máster un Juez Nacional enviado por la propia
Federación Española.
Este es otro de los atropellos a
la pesca deportiva en esta Comunidad Autónoma, ¿cómo se puede paralizar una competición
cuando se esta celebrando, contando con los permisos pertinentes y sin
notificación en contra alguna? ¿Cómo queda Cantabria con estas actuaciones?, y
aún mas, ¿se ha parado a pensar alguien de ésa Consejería el daño que ha
causado con esta actuación? ¿Qué dirán los de otras comunidades y los
franceses?, los foros arden y con razón.
Cuando estaba interviniendo la Guardia Civil ,
estaban presentes en el Puente de Golbardo
Antonio de la Fuente
del Campo y su compañero de fatigas José Luis Parada Beltrán, provocando desafiantes y riéndose a la cara
de todos los deportistas que participaban en la competición cuando salían del
río, sólo la sensatez y el buen juicio de los deportistas evitó un gran
altercado de imprevisibles consecuencias, una vergüenza.